Este proyecto de vivienda unifamiliar en Sevilla constituye un brillante ejercicio de adecuación a un entorno urbano denso y compactado, mediante la recuperación del patio central como elemento generador del espacio vital del edificio.
El solar donde esta vivienda ha sido construida, se encontraba completamente rodeado de medianeras excepto por una fachada de 1,80 metros que lo comunicaba con la calle. Esta situación, habitual en los cascos antiguos de las ciudades españolas y, especialmente, en el de Sevilla, ha condicionado la aparición de una secuencia de patios interiores que proporcionan luz y ventilación a las distintas habitaciones de la vivienda, generando un espscio que genera su propia estructura.
El edificio resultante reproduce, a causa de la forma del solar, una tipología tradicional de Sevilla, en la que la casa se relaciona con los patios interiores en tanto que la fachada de comunicación con la calle se reduce a la mínima expresión tanto en su longitud como en su significación. Una puerta de dimensiones moderadas conduce a un interior amplio y a una vivienda espaciosa.
Se trata aquí del ejemplo evidente de una forma de proyectar en la que la formalización del vacío tiene un mayor significado que la forma de entender la disposición de lo que se podría definir como los “espacios llenos”. La decisión sobre la situación y forma de los patios aparece aquí como una decisión previa al proyecto de la vivienda, definiendo a su vez una geometría ortogonal a cuyo entorno se adecuan los espacios restantes, situados entre los patios y las medianeras.
La vivienda se organiza en una banda de 7 x 30 metros aproximadamente y en dos niveles, en tanto que un conjunto de edificaciones auxiliares viene a completar y definir los restantes lados de los patios.
Recientemente una calle de nueva apertura ha modificado la longitud de la fachada primitiva, que ha pasado a ser de 30 metros sin que se haya modificado su inicial concepto de muro ciego, ampliando la puerta de entrada y proyectando algún hueco aislado para iluminar puntualmente alguna zona de la vivienda. La casa se presenta ahora a la nueva calle, de anchura reducida, como una tapia horadada por cuatro huecos con un aspecto similar a otras tapias tradicionales que cerraban jardines interiores.
Podría afirmarse en resumen que se trata de la recuperación de una tipología tradicional y propia de la ciudad de Sevilla que se materializa aquí mediante la aparición de una arquitectura contemporánea, en la que el propio edificio se apodera de su paisaje exterior-interior que, a su vez, constituye su forma de iluminación natural.
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