A dos pasos del “Palais des Papes” en Avignon, el decorador Gilles Jauffret, ha interrumpido los espacios complejos de una casa compuesta por un edificio del siglo XVI y estudio de un artista de finales del siglo XIX para dar nuevas perspectivas.
Una puesta en escena contemporánea.
Gilles Jauffret y Amaury de Villoutreys se han tomado la decoración de esta casa como un ejercicio de estilo. La mayoría de las piezas había perdido su encanto desde hace décadas. El dúo de diseñadores ha trabajado para transformarla ya que todos los volúmenes y materiales eran originales.
El salón ocupa la decimosexta parte de la casa y está dotado de un bello techo de gran altura. Su Chimenea del siglo XVII y su espejo de madera dorada le ofrecen un nuevo espíritu burgués.
Entre la cocina y el salón, hallamos una puerta de madera que data del siglo XVIII, el oro mezclado con la audacia del actual perchero "Cactus" de Drocco y Mello (Gufram) y los taburetes de metal de Har Design Suite, le dan un aspecto totalmente contemporáneo.
Una cocina llena de color.
La cocina sirve de vínculo entre el pequeño salón ubicado en el antiguo taller y la gran sala de estar. Respetando el verde original de los azulejos, Gilles fue decorando el resto con azulejos de Emery & Cie, con la cocina “Abstrakt” de Ikea y la campana de Gaggenau, de este modo logra un ambiente colorido pero discreto que no daña a la vista.
Un muro vegetal en la sala de estar.
La pared cubierta de musgo seco, ideada por Gilles Jauffret, sorprende a todos. El decorador ha sabido combinar este muro vegetal con mobiliario moderno y elegante, como el sofá de Ikea retapizado, vestido con cojines de tela de Dominique Kieffer . Soluciona el resto de la decoración con lámparas de madera de Marcos Larking-Coste y Emmanuel Rey y con el cubo de rafia para mesa de café de Har.
El azul para trabajar.
En el estudio destaca el techo de vidrio viejo del siglo XIX. Una mesa portuguesa azul hace su vez de escritorio. Completa la decoración la “Lámpara Nesso” (1970 Artemide) y un óleo sobre lienzo que representa un paisaje del Avignon del siglo XVII. La apertura en forma de cruz, una solicitud de los propietarios, fue creada por los artesanos en la terminación de la escalera, para evocar los cercanos “Palacios de los Papas”.
Mezcla de lo antiguo y contemporáneo.
Los elementos que más destacan en la decoración de la oficina son, la lámpara de escritorio “María” de Claudio La Viola (Viabizzuno), junto a la puerta de madera y la silla del siglo XVIII. Detrás, un óleo sobre lienzo XVII "Vista de París", firmado Van der Meulen. A la derecha, en velador Imperio, una lámpara de luz moteada del año 1970.
Pequeña y acogedora sala de estar.
Siempre en la parte de la casa del siglo XIX, se refleja la época del Imperio, como en la pequeña mesa de jardín, o en la figura de la Torre Eiffel de la década de los 30.
Una escalera sublime.
La forma helicoidal de la escalera y el arco que adorna su acceso son un guiño a la arquitectura del vecino Palacio de los Papas. La silla de oficina de 1970, está tapizada en tejido de lana vintage (Kvadrat).
Una antigua alcoba.
El dormitorio principal, situado encima de la cocina, aprovecha la iluminación natural procedente de sus fabulosos balcones con vistas al antiguo taller.
Fuente: www.cotemaison.fr
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